El árbol amargo de los Andes
La corteza de Cinchona officinalis, conocida en toda Sudamérica como Quina Quina, cuenta una de las historias más antiguas de la medicina natural. Originaria de los bosques andinos y cultivada hoy en regiones de Brasil, su profundo aroma y su amargura aguda y terrosa han simbolizado durante mucho tiempo la purificación y la renovación. Venerada antaño por los curanderos indígenas por su energía equilibrante, la Quina Quina se convirtió en la fuente de la quinina, un compuesto que cambió el curso de la farmacología herbaria.
La tradición se une a la ciencia
En las tradiciones herbolarias amazónicas y andinas, la corteza triturada se utiliza en infusiones o tinturas para apoyar los procesos naturales de desintoxicación del organismo. Su inconfundible amargor se asocia con la limpieza y el equilibrio digestivo. La investigación moderna reconoce los alcaloides de la quina -en particular la quinina y la cinchonina- como compuestos activos con potencial antiinflamatorio y protector. Más allá de la farmacología, la corteza sigue siendo un símbolo de vitalidad, utilizada en tónicos rituales y mezclas de bienestar para reconectar con el poder purificador del bosque.
Cosecha y artesanía
Nuestra Cinchona officinalis se recolecta en pequeños lotes de árboles gestionados de forma sostenible en Brasil. La corteza se tritura cuidadosamente y se seca al sol, preservando su potencia natural y su profundo aroma resinoso. Puede remojarse en infusiones o incorporarse a extracciones de hierbas para su preparación y estudio personal. MAYA Herbs se asocia con recolectores éticos que honran el legado de la planta y garantizan la continuidad de la recolección silvestre responsable. Cada lote lleva la misma esencia que los curanderos indígenas llamaron una vez «la medicina del equilibrio».






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